viernes, 12 de junio de 2015

Las mentalidades

Vamos a analizar el nuevo papel de la mujer en la sociedad. Según la sociedad de la que hablemos las mujeres tienen más o menos derechos:

Sociedades posmodernas: en este tipo de sociedades las mujeres desempeñan un papel creciente en la sociedad. Han logrado plenos derechos políticos y se han incorporado de manera progresiva al mundo laboral. Aunque todavía no han conseguido plena igualdad ( salarial, en cargos de responsabilidad, en el reparto de tareas domésticas), ni erradicar la violencia de género.

Sociedades tradicionales: en estas sociedades las mujeres padecen situaciones injustas. En muchos casos, carecen de derechos políticos, y su presencia social se reduce al ámbito doméstico o a trabajar por salarios muy bajos. También se siguen sometiendo al padre o al marido y sufren violencia física o analfabetismo. 

La opinión que tengo al respecto es que por ejemplo en las sociedades posmodernas se ha avanzado mucho aunque no lo suficiente, lo que se ha avanzado es lo que debería ser y debería ser más. Y en la sociedades tradicionales me parece que sigue habiendo un retraso social respecto a la mujer que debería cuanto antes. Debería haber derechos para todos por igual.

En mi opinión todavía queda mucho por hacer: igualar los salarios de hombres y mujeres en un mismo puesto de trabajo, que todas las mujeres puedan tener el mismo acceso a los puestos de trabajos importante que los hombres y también principalmente que se acabe la violencia de género. La ley puede ayudar en el sentido de sancionar o de regular que se respeten los derechos de las mujeres en estos casos ( y también cuando se quedan embarazadas) pero lo que de verdad  principalmente se debería hacer es un cambio de mentalidad por parte de la gente. Las personas son las únicas que pueden poner grandes cambios en el mundo. También creo que desde pequeños a los niños se les debería enseñar la igualdad.

Este protagonismo de las mujeres ni siquiera se ha dado en todas las sociedades. Muchas sociedades las siguen tratando como esclavas del hogar y de los hombres y esto es algo que no se debería permitir. De hecho hay en sociedades en las que la mujer ni puede estudiar. Nadie se preocupa por sus derechos, inexistentes por otra parte. 

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